miércoles, 11 de enero de 2012

ciento12

En un café en el que sirven copas y cervezas la multitud se resarce del resarcimiento. A lo lejos, las bajas temperaturas derriten un termómetro. Aquí después de la luna llena, el flexo alumbra desencuentros. Entre el frío y yo, las copas y yo, la multitud y yo. Se abren las páginas de un libro.

111

-Es decir, querida, un montón de estupideces.
-¿Acaso insinúas que...?
-Nadie ha dicho nada.
-Así que eso es lo que piensas.
-Prefiero no pensar.

110 y no 10

Llevar el ritmo en un niño en brazos
con el pelo muy corto, aún encrespado
Llevar al niño en el ritmo y en los brazos
todo se apaga en silencios mojados
mojados de canciones en un lugar muy alto