jueves, 31 de diciembre de 2009

70

Me dan miedo las sonrisas de la gente.

viernes, 18 de diciembre de 2009

68

¿Qué pasa aquí? ¿Qué es todo esto?

lunes, 23 de noviembre de 2009

67

Te dejo que escribas tú la 67, ¿qué quieres decir?

66

Estoy esperando que me llegue una carta que diga que puedo escribirte una carta.

65

Yo sé hacer 65 veces la voltereta pero ni una vez la rueda.
Enséñame.

jueves, 19 de noviembre de 2009

64

Estoy hecha un lío. Ahora ya no sé si tendría que cambiar el "mientras alguien te quiera" por un "mientras tú lo quieras", porque ya no sé si hay que elegir o ser elegido.
Me gusta pensar que todo, incluso el amor, puede depender de lo que tú quieres que sea o de cómo quieres que sea.
Porque no es justo no querer y que sea.
Pero a la vez, ¿qué suerte de amor es ése? ¿Desde cuándo se pueden elegir los sentimientos? Se supone que simplemente tiene que llegar, que surgir.
Entonces pienso que tal vez las cosas, una vez más, no sean ni blancas ni negras, y pueda existir un matiz intermedio que acierte en el tono y deshaga este nudo que tengo.
No sé qué siento, no sé qué sentir, ni siquiera sé si siento algo o solo estoy sujeta a un montón de tonterías que me creo yo misma de forma estúpida.

jueves, 29 de octubre de 2009

63

como un queso que cayó del cielo y no paró de rodar, en una orbita tal, que a la tierra le salió una nueva luna

lunes, 26 de octubre de 2009

Regalo alegrías

¿Quién no tiene motivos para ser feliz?

viernes, 23 de octubre de 2009

62

Un día cualquiera te das cuenta de que todo ha sido una farsa. Tú no eres quién pretendías ser y por eso no funcionaba nada en tu vida. Eres otra persona pero te dijeron que fueras así. Por eso no te gustas. Lo que pasa es que, a estas alturas, qué difícil es descubrir quién eres de verdad. Seguramente te tengas que conformar con este tú, disconforme, pues es lo único que te queda y ya no sabes ni dónde buscarte.
Las cosas que te hacen sentir bien. ¿Cuáles son? Esas cosas eres tú.

61

A veces me pasa una cosa.
Los primeros síntomas, mis manos frías, conducen a un cosquilleo en la barriga. Acto seguido, ya no pienso. Se me llena la cabeza de humo, un humo que parece que ha subido desde la barriga y entonces todo se nubla y solo siento.
Será el otoño.

60

Motocicletas, vacaciones, otoño.

59

Me sé perfectamente la teoría pero aún así no sé llevarla a la práctica. ¿Qué me pasa?

sábado, 10 de octubre de 2009

Humo

Increíble me parece la vuelta a lo mismo, otra vez. El tiempo viaja en círculo, ¿increíble no crees? Realmente no. Me daba la sensación de que esto iba a pasar. Mis miedos y mis dudas siguen siendo iguales. Lo que he pensado es que podría des-cansar los miedos y arrojarlos fuera. Fuera. Es necesario echarse fuera a uno mismo en algunos momentos porque no es cuestión de andar siempre con la introspectiva. Tampoco al contrario, no me líen. Que la meditación es necesaria, sí claro, pero mejora con el diálogo, por supuesto. Hablar es una cosa que no sabe hacer todo el mundo, no crean. Que nos faltan las palabras y los pensamientos a muchos, y cuando queremos sacar algo de nosotros mismos para vernos bien nos estampamos con la fea realidad: nos volvimos humo, no hay nada más.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Qué clase de persona soy

Ensucia con el barro de las sobras los pellizcos que te quedan. Pellizcos de ti. Porque ya, ¿qué queda? No me encuentro, y eso me preocupa, tengo ganas de llorar y estoy tan viva. Suenan canciones que me arrancan el corazón a pedazos. Me hablan personas que han llegado a mi vida de forma extraordinaria, ¿cómo es que todo esto es así?

jueves, 9 de julio de 2009

58

Cántame, dibújame, tócame, mírame, háblame, interprétame, escríbeme, CORAZÓN.

57

La puerta nueva me desquicia. Insufrible. Bailás con ella la samba del dolor de cabeza. Me vuelve loca tanto abrir y cerrar. Estas cosas automáticas... ¡Qué poca sensibilidad!

56

El escucha-corazones ha llegado. Que comience la revolución.

55

Toma, úntate un poco del bálsamo de "las-palabras-que-quieres-oír" y quédate tranquila. Que ya sobreviviremos los demás a la realidad de alguna forma.

jueves, 2 de julio de 2009

54

Galletas de naranja y chocolate, por favor.

53

Me tumbo en la cama. Corren duendes y saltan. Uno se hace serpiente; se enrosca a la espiral que cuelga del techo. Escríbeme una carta, corazón. El árbol de las manzanas engaña como yo. ¿Qué pinto en este cuadro? Como me ves tú. ¿Cómo me ves tú? Arranco y te miro. Que dolor de mis entrañas. Jodidamente feliz. Que alguien me entienda. Escucha susurrar a los hombrecillos que suenan así, de una forma parecida a esta "ch- ch- ch- ch" Una botella es tan cárcel como el universo. Materia y forma. Espacio y tiempo. ¿El odio y el miedo van de la mano? ¿Crees en todo lo que dices? ¿Lo crees?

sábado, 20 de junio de 2009

52

Hay que ver lo que pueden hacernos cambiar las pequeñas cosas. Lo triste que me siento. Lo triste que se siente el de la habitación de al lado. El mundo girando, llorando, bailando, viviendo ahí afuera.

jueves, 4 de junio de 2009

sábado, 23 de mayo de 2009

he decidido no numerar esta

¿Sabes? Esa gente que tiene un olor propio tan fuerte que cuando llegan a cualquier lugar lo invaden por entero.
Un olor que o te agrada o te desagrada enormemente.

sábado, 16 de mayo de 2009

Cinquante-et-un

No vas a dejar de aburrirte nunca si sigues así. Déjate llevar. ¿Por qué no cortas por lo sano y echas a volar? Toma, mis tijeras.
Hay quién entiende que soy como una flor, hay quien no lo entenderá nunca.

49

Hoy tengo un mapa de pliegues que no quiero mirar porque me da miedo encontrarme. Y sin embargo, ¡qué se yo! Todos se sentirán a veces un poco así, me figuro. Llover, no va a llover, a no ser que tú bailes la danza de la lluvia. Y sin inviernos, corremos el riesgo de odiar las primaveras. Porque... ¿qué sentido tiene? Decir que tres por cinco es quince, cuando ni tú ni yo queremos, ni nos hace falta que así sea. ¿Verdad?

cincuenta

¿Qué cariño?
¿Qué, cariño?

viernes, 8 de mayo de 2009

48

Arránquenme las palabras, porque salen solas como las sábanas anudadas que cuelgan del balcón de la princesa cautiva en lo alto de la torre dispuesta a huir, si ustedes me alimentan de almas.

domingo, 3 de mayo de 2009

47

-¡Farsante!
-Qué va, soy actriz.

sábado, 2 de mayo de 2009

46

Había llegado a esa etapa de su vida en la que la mayor preocupación consistía en la madurez de las frutas del postre (menos maduros, más molesto para sus dientes)

jueves, 23 de abril de 2009

45

Veo como pasa la vida por esta cinta negra que rueda y rueda. Alguien compra un paquete de gomitas, de esas dulcísimas llenas de azúcar y un tubo de dentrífico, de esos que te dejan los dientes blancos y son anticaries, ¿qué clase de compra es esta? ¿una compra-poema?
-3.10 euros (su compra-poema) - y me fijo en la persona que me ha hecho este guiño para despertar de la monotonía de los champús y los cereales ricos en fibras.
-Gracias.- También me estampa una sonrisa, gracias a ti por la antítesis, me gustaría decirle. Ojalá hubiera más compradores de este tipo. ¿O quizás ya los hay y yo no los percibo? ¿Qué figura literaria me regalará el siguiente?

martes, 21 de abril de 2009

44

Voltear la ilusión en una centrifugadora tan potente como un acelerador de partículas, y, que después de eso, salga intacta.

sábado, 18 de abril de 2009

43

Eh, hazme un repertorio de canciones alegres, de esas que suben la adrenalina y te hacen saltar.

viernes, 17 de abril de 2009

42

La mayoría de las personas, cuando se dan cuenta de que vivimos sobre una minúscula mota de polvo en lo grande y lo espectacular del espacio se sorprende, pero al poco, guarda esa información en una esquina reservada y tapada en su cerebro, no dejándola a la vista para el día a día, sólo disponible en ciertos momentos de sobredosis reflexiva.
En cambio yo, he decidido obrar de manera distinta: el principal letrero en mi cabeza va a ser ese. De hecho, ya lo es.

41

Mientras alguien me quiera todo valdrá la pena.

viernes, 10 de abril de 2009

40






Te acaricia lo díficil, aquello a lo que nunca llegaste. Una mano que contacta tus letras, las envuelve, porque sabe que tú eres ellas. Se asombra la sombra de encontrar tantas nuevas palabras, que tú ya no eres la misma, aunque lo seas. Esa cosa lánguida y oscura que atraviesa tu suerte, vuelve como dardo de la memoria a ofuscarte el corazón. A revivirte todas tus tristezas, tus inseguridades, toda esa inmadurez que sufriste. Y lloras. Lloras a lo bajo para que el café no deje de calentarte las manos y colmarte los receptores olfativos. Qué más da. Lo que te importa no es que te vean llorar, sino no verte llorar a ti misma. Imposible. Pero casi alcanzable. Derramas las lágrimas, derrotada. Adiós al olorcillo gustoso a país exótico. Cuando te hundes, te hundes, y no abarcas nada más. Camarero, tome su dinero y mi café a medias, no me mire a los ojos. El chasquido del monedero al cerrarse suena a despedida y te acelera todo. Es esa sensación: cuando notas cada ruido o gesto desgarradoramente violento, brusco, rápido. ¿Nunca le ha pasado caballero? Incluso cuando te mira de reojo ese señor de sombrero te agitas por dentro, pero de una forma apresurada y dolorosa. Todo mientras caminas rápida por las calles grises, mojadas, en una ciudad que parece una taza de café, con la humedad y los charcos evaporándose tal y como lo hacían los humos y vapores de tu bebida matinal.
Hace día nublado. Alguien ha fumado un inmenso cigarrillo y ha dejado todo el humo por estas calles. Será quizás por eso que ha vuelto. La sombra, lo oscuro, el dolor. Caminas tan vívidamente que piensas, ojalá estuviera tan muerta como todos esos hombres que hoy no pueden trabajar, y sólo duermen, tranquilos, apaciguados. Los domingos, los martes. No controlas nada.
Vas mirando hacia abajo, intentando mirar lo menos posible. No sabes adónde vas. Cruzas una carretera sin darte cuenta de que un coche grande se dirige hacia ti. Un frenazo, una bocina. Te asustas. Frenas. ¿Se le ha roto algo señorita? No, sólo un tacón, y la posibilidad de correr, te gustaría añadir. Sola, estás tan sola. El conductor se ofrece a llevarte, de algún modo se tiene que excusar. Y no sabes por qué, pero no niegas el ofrecimiento. Qué extraño. Me estoy montando en el coche de un desconocido y no me importa. Ahhhh... vas aprendiendo a guardar el miedo en el bolso, pequeña. Los miedos minúsculos. Porque aún aúlla y se acurruca el dolor sinuoso, recorriendo tus curvas, mientras dejas la vista clavada al frente, en el asiento trasero de un renault.
Hemos llegado, sonríe el conductor volviendo la cabeza atrás. Te abre la puerta, y echa a andar contigo. Ni siquiera te preguntas por qué esta vez. ¡Qué cosas! La sombra ya no está sobre ti, solo se agarra a tus pies y queda alargada, en el suelo. Ya son las cinco. No sabes qué ha pasado en todo este tiempo, cómo se han llenado las horas. O sí lo sabes. Pero no crees que se puedan llenar con tan poco. Con tan pocos pensamientos, remordimientos, ahogos. Él sigue caminando a tu lado.
Te fijas. ¡Oh! Él también lleva una sombra colgando de sus zapatos marrones. Vas subiendo la mirada. Pantalones grises, elegantes, planchados con una raya. Chaqueta gris oscura, bien llevada, sobre una camisa, porte arrebatador. Hombros anchos. Manos bonitas, grandes, ásperas. Te atreves un poco más. Lo miras a la cara. Parece que no lo has mirado antes. ¿Acaso lo miraste antes? Sus ojos encuentran los tuyos, ambos os buscabáis, ambos ignorando que el otro podría estar también mirando. Sorpresa. Desconcierto. ¿Entendimiento?
Estás sentada en una cama, atardece, la habitación es sombría, pero se distinguen perfectamente las formas, incluso el color. Esas manos grandes, te tocan, te acarician. Son tan tangibles, tan reales. Huelen bien. Te recorren con admiración y se acercan a la cremallera de tu vestido, con maestría te desenvuelven de la ropa. Pero no sólo de la ropa, no. Esas manos, ese hombre, está desprendiéndose de tu sombra, de un modo tan sencillo, tan claro, tan definitivo, que una alegría inmensa aparece por fin en tu pecho y llega hasta cada confín de tus extremidades, con una fuerza inmensa, que salta más allá de ti y lo alcanza a él. Y ahora os encontráis abrazados por cuerpo y alegría, en una cama de un ático cualquiera, con la persiana casi bajada. Mientras tu vestido y sus pantalones y su chaqueta y su camisa descansan caóticos por la habitación. La sombra ha desaparecido.

lunes, 6 de abril de 2009

39

¿Mendigar sentimientos?
Eso sí que es triste.

jueves, 2 de abril de 2009

38

Si te sientes solo ven conmigo a bailar, bailaremos como patos, pero te reirás.
Si te encuentras triste y solo, acompáñame a hacer algo distinto, no le des más vueltas, todo es tan complicado como tú lo quieras ver.
Si quieres decir la mar, dí ¡la mar! y al carajo las preguntas y las complicaciones de los demás.
Si quieres colgar el teléfono cuando estés hablando conmigo, ¡cuélgalo! si te molesta que te cuelgue después de decir voy para allá o a mí también me gustan los columpios pues sólo dímelo, dime que te molestó, sólo eso.
Si necesitas un día o un mes para sentirte solo, para estar solo, o para estar sin mí, ¡adelante!
Si quieres dar una vuelta de bailarina en mitad del laboratorio, ¿por qué no?
Si eliges buscar sonrisas, juguemos a crearlas.

37

Tengo toda una lista de películas que cuentan historias que me gustaría vivir, en todas hay una tía a la que me gustaría parecerme y un tío que me gustaría encontrarme. No quiero ser Elvira.
Solo yo, cambiante, deforme, violenta, inconcebible, indeterminada, llorosa, angustiosa, vacía... y todo lo contrario.
Me voy, ni me mires, ni me busques, ni me hables, pero lo siento, me vas a recordar.

sábado, 21 de marzo de 2009

Treintayalgo

Escribo para mi. Soberanamente para mi. Rotundamente.
Escribo para darme explicaciones, acallarme, escribo para gritar, para pensar, pero escribo para mí.
Soy tremendamente egoísta, y quizás por eso, no escribo.

miércoles, 18 de marzo de 2009

36

Vivía para hacer feliz.
No vivía para, más bien era un ser que hacia feliz a los demás. Su esencia. Y él se centraba en ella, no se fragmentaba.
Inventaba historias, o eso parecía, y luego se las contaba a todos. Nadie podía aburrirse con él ni caer en la rutina a su lado. Imposible.
¿Quién sabe lo que realmente es la felicidad?
Vivimos tan mecánicamente...

martes, 17 de marzo de 2009

35

-Ojalá tuviera las palabras adecuadas para ti.
-Las tienes.

viernes, 13 de marzo de 2009

34

Cuando alguien necesita un cambio suele ser más usual que tire a la basura algo que tiene, que que cree algo nuevo. Crear es más difícil que tirar, aunque se puedan echar de menos algunas cosas. Pero aún así, crear no lo hace casi nadie.

33

Prefieres el suave bamboleo de la bañera.
Es reconfortante saber que hay una persona a la que escuchar. Aún más si sabes que esa persona hará lo mismo contigo.
En la bañera puedes pensar o dejar de hacerlo.
Parece difícil seguir cuando ni siquiera te gusta el camino y ves muy lejos el objetivo. Un objetivo que tú misma te planteas tantas veces para averiguar si de verdad eso es lo qué quieres. O simplemente qué es lo que quieres. ¿Por qué me molesto en atravesar todos los obstáculos? ¿Qué es lo que me hace seguir?
La espuma se vuelve etérea en tu pelo y cierras los ojos. Tu cerebro capta el silencio, el calor del agua, y los besos que te faltan por la piel.
Te acuerdas del árbol que ves todos los días desde la ventana de la clase. Has ido viendo su vida, su evolución. Ahora es tan verde.

viernes, 27 de febrero de 2009

32

Frente a un espejo, esos dos entonan un tango. Quién se acerca además de verlos a ellos se ve a sí mismo. Y qué triste es solo mirarlos. Parece que alguien colocó ese espejo ahí como una invitación: "bailá, vení, volá".

31

Que nadie me mire. Tampoco quiero mirar. Dejénme bailar.

jueves, 19 de febrero de 2009

30

El amor no es ser feo o guapo. Ni llevar ropa de zara, estar desnudo, o ir de payaso. El amor no son los kilos de más o de menos. El amor no reside en lo capullo que te sientas a veces, ni en tu nivel de inteligencia. El amor no está aburrido. Ni se aburre. El amor no son cuatro velas. El amor no es un trofeo. Ni siquiera está en el aire. El amor no es ser el mejor o el peor en algo. No es una forma de llevar el pelo, saber tocar un instrumento o hablar de una manera encantadora. El amor no es una creencia (es una convicción). El amor no es ser el más gracioso de una conversación. Ni una necesidad de no estar solo. El amor no es de usar (ensuciar) y tirar. El amor no es un cuento de hadas lleno de purpurina rosa. Ni son dos nombres escritos uno debajo del otro separados por una "y", junto a una fecha. El amor no son las veces que hayas leído a Shakespeare, o las veces que no lo hayas leído. No es un mensaje de texto. El amor no es un tú continuo. Ni un desprecio constante.

martes, 17 de febrero de 2009

29 y medio

Mensaje en una botella tirado al mar por un hombre gris de una megaciudad para el naúfrago perdido que vive en una islita en un punto sin latitudes: ¿cambiamos de vida?

29

Vuelve, que las calles huelen a pizza, y esto sigue sin ser Italia. De los balcones tiran flores y si subimos al más alto podrás ver que dibujé para ti una gran sonrisa en el centro de la plaza.

domingo, 15 de febrero de 2009

28

-A mí también me encantaría volar en un cuadro de Chagall. Es mi preferido, ¿lo sabías?
-No, nunca me dijiste nada. Nada de nada.
-Ahora sí.
-Ahora me has dejado asomarme a tus ojos. Puedes mostrármelo todo.
-Yo también te veo mejor.
Me alegro. Me alegro infinitamente. Mi alma salta dentro de mi cuerpo, pega unos botes tremendos y me hace unas cosquillas eufóricas desde el interior del corazón. Casi se me escapa una lágrima. Mi cuerpo deja a mi alma bailar y se mantiene aparte, para que tú no lo notes. No aún. No tanto aún.
-¿Sabes?-Te digo.-Tengo un plan. ¿Lo adivinas?
Lo piensas un poco. Sin dejar de mirarme. Venga vida, no es tan difícil.
Ajam. Sonríes.
-Querer volar no hace que te eleves. ¿Cuál es tu plan?
-Amarte.-dejo que te resuene esa afirmación, que es rotundísima. Y después de una pausa te pregunto- ¿No notas nuestras alas?

Me besas, cierro los ojos, pero sigo viendo. Flashes. De imágenes cálidas. De tu cuerpo, creo. Al sol. Rayas de sol. Lento. ¿Tus hombros?¿Guardas un lunar en ellos?
Nos pasamos a través de los labios las hadas que revolotean en nuestros estómagos. Te apartas y dices:

-Píntame volando.

domingo, 1 de febrero de 2009

27

¡Oh dios mío! Alguien me sigue.

26

Todas las cosas (y no sólo las caracolas) guardan el susurro del mar en su interior. Basta con mantenerse en silencio y acercárselas a los oídos.

domingo, 25 de enero de 2009

25

Suenan en mis oídos los aplausos que reconocen el mérito del patinador de mi barriga.

jueves, 22 de enero de 2009

veintiestrella

el infinito es una esfera

martes, 20 de enero de 2009

24

Una persona de colores me abrazó. Desteñía. Y ahora yo también soy de colores.

23

Shhhhhh... esto es un secreto.

22

Las tortugas me persiguen.

21

El problema de los momentos es que cuándo llegan, mucha gente no sabe qué hacer con ellos.

Es como cuando te dan la oportunidad de escribir en una pared en blanco o dibujar y acabas poniendo una frase usada de una canción que ni fu ni fa.

Hay que ser muy sabio para aprovechar los momentos. Hay que saber vivir.

20

La luna es la boca del cielo, el sol: el ojo del día.
De día observas, de noche comes estrellas y sonríes.
El sol es lo contemplativo, la luna es la vida.

lunes, 19 de enero de 2009

19

Me encerré en un bar y pedí un café. Me encerré en un café y pedí un bar.

domingo, 18 de enero de 2009

18

Llorar es limpiarse, pero te gusta la suciedad hasta que no puedes más.

17

Quiero concederme la libertad.

16

Cuando vi los dos zapatos abandonados al lado del contenedor de basura tuve la certeza de que había alguien (invisible para mí) que los calzaba. No imaginaba porque ese individuo se encontraba parado frente al contenedor verde pero yo sabía que estaba ahí.
Nunca tuve amigos imaginarios de niña y parece que con la edad los iba a ganar...

miércoles, 14 de enero de 2009

15

Yo quiero ser yo otra vez.

domingo, 11 de enero de 2009

14

Quizás vivimos en una cárcel tan grande que ni siquiera sabemos que estamos encerrados.

13

Encendió el televisor y puso las noticias.
- A ver de qué quieren que hablemos hoy.- me dijo.