A veces me pasa una cosa.
Los primeros síntomas, mis manos frías, conducen a un cosquilleo en la barriga. Acto seguido, ya no pienso. Se me llena la cabeza de humo, un humo que parece que ha subido desde la barriga y entonces todo se nubla y solo siento.
Será el otoño.
1 comentario:
ingravidez en el cerebro, ¿verdad?
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