viernes, 27 de febrero de 2009

32

Frente a un espejo, esos dos entonan un tango. Quién se acerca además de verlos a ellos se ve a sí mismo. Y qué triste es solo mirarlos. Parece que alguien colocó ese espejo ahí como una invitación: "bailá, vení, volá".

31

Que nadie me mire. Tampoco quiero mirar. Dejénme bailar.

jueves, 19 de febrero de 2009

30

El amor no es ser feo o guapo. Ni llevar ropa de zara, estar desnudo, o ir de payaso. El amor no son los kilos de más o de menos. El amor no reside en lo capullo que te sientas a veces, ni en tu nivel de inteligencia. El amor no está aburrido. Ni se aburre. El amor no son cuatro velas. El amor no es un trofeo. Ni siquiera está en el aire. El amor no es ser el mejor o el peor en algo. No es una forma de llevar el pelo, saber tocar un instrumento o hablar de una manera encantadora. El amor no es una creencia (es una convicción). El amor no es ser el más gracioso de una conversación. Ni una necesidad de no estar solo. El amor no es de usar (ensuciar) y tirar. El amor no es un cuento de hadas lleno de purpurina rosa. Ni son dos nombres escritos uno debajo del otro separados por una "y", junto a una fecha. El amor no son las veces que hayas leído a Shakespeare, o las veces que no lo hayas leído. No es un mensaje de texto. El amor no es un tú continuo. Ni un desprecio constante.

martes, 17 de febrero de 2009

29 y medio

Mensaje en una botella tirado al mar por un hombre gris de una megaciudad para el naúfrago perdido que vive en una islita en un punto sin latitudes: ¿cambiamos de vida?

29

Vuelve, que las calles huelen a pizza, y esto sigue sin ser Italia. De los balcones tiran flores y si subimos al más alto podrás ver que dibujé para ti una gran sonrisa en el centro de la plaza.

domingo, 15 de febrero de 2009

28

-A mí también me encantaría volar en un cuadro de Chagall. Es mi preferido, ¿lo sabías?
-No, nunca me dijiste nada. Nada de nada.
-Ahora sí.
-Ahora me has dejado asomarme a tus ojos. Puedes mostrármelo todo.
-Yo también te veo mejor.
Me alegro. Me alegro infinitamente. Mi alma salta dentro de mi cuerpo, pega unos botes tremendos y me hace unas cosquillas eufóricas desde el interior del corazón. Casi se me escapa una lágrima. Mi cuerpo deja a mi alma bailar y se mantiene aparte, para que tú no lo notes. No aún. No tanto aún.
-¿Sabes?-Te digo.-Tengo un plan. ¿Lo adivinas?
Lo piensas un poco. Sin dejar de mirarme. Venga vida, no es tan difícil.
Ajam. Sonríes.
-Querer volar no hace que te eleves. ¿Cuál es tu plan?
-Amarte.-dejo que te resuene esa afirmación, que es rotundísima. Y después de una pausa te pregunto- ¿No notas nuestras alas?

Me besas, cierro los ojos, pero sigo viendo. Flashes. De imágenes cálidas. De tu cuerpo, creo. Al sol. Rayas de sol. Lento. ¿Tus hombros?¿Guardas un lunar en ellos?
Nos pasamos a través de los labios las hadas que revolotean en nuestros estómagos. Te apartas y dices:

-Píntame volando.

domingo, 1 de febrero de 2009

27

¡Oh dios mío! Alguien me sigue.

26

Todas las cosas (y no sólo las caracolas) guardan el susurro del mar en su interior. Basta con mantenerse en silencio y acercárselas a los oídos.