viernes, 27 de febrero de 2009

32

Frente a un espejo, esos dos entonan un tango. Quién se acerca además de verlos a ellos se ve a sí mismo. Y qué triste es solo mirarlos. Parece que alguien colocó ese espejo ahí como una invitación: "bailá, vení, volá".

No hay comentarios: